jueves, 1 de noviembre de 2012

El amado y controlador Christian Grey


AMOR Y PAREJA


Sin discriminar edades, cultura, idioma o países, cada vez más mujeres caen rendidas ante los encantos de Mr. Grey, el joven, millonario, exitoso y excesivamente guapo, Christian Grey. Claro, quien no viviría enamorada de un hombre que físicamente es perfecto, no solo tiene la cara sino el cuerpo soñado y además se viste perfectamente bien. Es inteligente, culto y excesivamente exitoso, CEO de su propia empresa a sus apenas 27 años, que resulta ser una de las más importantes y grandes del país. Pareciera que es capaz de escuchar los deseos y pensamientos pues tiene todos los detalles posibles, tangibles y no tangibles, que una mujer pudiera siquiera imaginar. Cree ser un sadomasoquista, sin embargo, al enamorarse de su querida Anastasia, le da otro sentido al sexo y descubre que no solo es placer si no también amor, y logra una comunión y complicidad total con su pareja. Y para cerrar con broche de oro, le propone matrimonio con un hermoso anillo de compromiso, entre flores y corazones. A esto yo le llamo el cuento de hadas del siglo XXI ¿o no?

Muy probablemente mis queridas lectoras me van a querer matar cuando lean lo que voy a poner, pero también habrá muchas otras que se sentirán identificadas con el enfoque que quiero darle a nuestro amado Christian Grey.

Fifty Shades of Grey, es una historia llevada al extremo en lo bueno y lo malo, pero que refleja de una manera muy clara una típica relación codependiente, llena de manipulaciones, controles y excesos. A primera vista, el personaje de Mr. Grey es todo cuanto una mujer puede soñar y pedir de un hombre, que te hace suspirar  y enamorarte de él en cada página con sus detalles, y te hace pensar pórque tu novio o esposo no actúa así. Pero, ¿alguna vez se han puesto a pensar lo abrumante que sería nuestra vida si fuéramos Ana? Con el pretexto del miedo a perderla y lo mucho que la ama no la deja hacer nada, la tiene totalmente monitoreada, no la deja salir, escoger su ropa, ¡hasta compra la empresa donde trabaja para vigilarla! Ya no suena tan romántico ¿no? 

Si llevamos esto a la vida real, tal vez no van a llegar a nuestra puerta con un Audi, un iPad y una BlackBerry como regalo de graduación pero si usaran otras herramientas que pueden servir de medios de control y chantaje. Una relación de pareja siempre lleva implícitamente un poco de control, pero de una forma sana a través de acuerdos que permiten que la relación fluya de forma respetuosa de acuerdo a lo que cada uno espera y desea. Pero cuando caemos en el "no puedes salir porque te amo y te voy a extrañar, porque no te quiero compartir", "no quiero que te vistas así porque solo yo te puedo ver tan guapa", "te dejo ir con tus amigos pero con estas condiciones"... ¿En que momento se volvió un contrato de propiedad? 

Sin miedo a equivocarme, podría afirmar que estas relaciones siempre tiene un común denominador, que yo misma he clasificado como "Heaven/Hell", vives en un rollercoaster de emociones con adrenalina al 100%. Al principio todo es pasión y amor desbordado, y todos las señales de posesión y manipulación no se ven porque van disfrazados de "es porque te amo y me importas", "los demás no entienden pero solo importamos tu y yo", "yo haría lo mismo si fuera tú, sólo te pido que me des mi lugar". Empiezas poco a poco a sentirte cada vez menos tu y más 'propiedad de', cedes en cosas que no debes, las peleas son agresivas y explosivas, pero cuando decides salirte, viene otra vez la subida del rollercoaster con un shot de adrenalina y de regreso al cielo de amor y pasión...

Tan culpable es el que mata la vaca, como el que le agarra la pata, y en estas relaciones los dos tienen su culpa. Regresando a nuestra metáfora, Christian Grey, con una infancia traumática y cruda que le dejo huellas que determinaron su forma de relacionarse con los demás, Ana una mujer que lleva una vida muy normal pero que es muy joven y no tiene comparativo, se ve envuelta fácilmente en un mundo desconocido para ella. Se enamoran perdidamente, se vuelven cómplices en todo y crean su propio mundo dentro de una burbuja, sus vínculos son cada vez más fuertes, pero, ¿qué pasa cuando llegas al otro lado de la subida? Si no se ponen limites y se reconoce cuando estas en una situación así no habrá otra alternativa mas que el fin de la relación, la pregunta será ¿cuándo y con que daños?

El nivel de amor y complicidad después puede parecer inalcanzable en otras relaciones, pero no es así, lo que se deja es la adicción a las subidas y bajadas emocionales que causa una relación condependiente, pero se gana una relación respetuosa, amorosa, estable y SANA, donde él es él y tú eres tú, y juntos logran un nosotros. La libertad en una relación permite que cada quien sea como es y crezcan como personas y como pareja, se deja la puerta siempre abierta porque si están contigo es porque así lo desean; quieren quererte, quieren respetarte y cuidarte, y sobre todo valoran y admiran lo que eres, no lo que quieren que seas.





¡Hasta la próxima... mientras tanto a ser feliz!

     @Danielita_GM